Nicolás de Tracy notó lo aburrido que era el subte y quiso hacer algo para romper con esa tranquilidad. "¿Por qué no me filmo?", pensó y ahora tiene miles de "me gusta" en sus videos que hacen reir a cualquiera que los vea.
Un grupo de estudiantes de medicina en la UBA cursan anatomía, todos concentrados en la explicación de su profesora y tomanto apuntes de clases. De repente, de la nada, una voz masculina se escucha desde el fondo del aula: “chicos me tengo que ir, mi mamá cocinó salchicas con puré”. “Bueno, andá…”, le responde la profesora totalmente desconcertada mientras cientos de caras se dan vuelta para observarlo sin entender muy bien qué es lo que está pasando.
El marplatense, Nicolás de Tracy, ama desconcertar a la gente, disfruta de las caras que ponen las personas cuando un hecho anormal irrumpe con sus actividades cotidianas. Al disfrutar tanto de hacerlo, decidió filmarlo y subirlo a las redes para que otras personas también pudieran reír con él. Además, presentará su show de stand up en la ciudad el 30 julio en el Teatro Roxy.
En 2005 partió de la ciudad hasta Buenos Aires para estudiar Administración de empresas. Se recibió y comenzó a trabajar en una oficina. Nunca se sintió familiarizado con la actuación, nunca nadie le había dicho que podía estudiar teatro. “Yo jugaba al rugby, sentía que iba a vivir para eso”, confesó de Tracy.
En 2009 luego de que su novia y amigos lo convencieran que tenía que hacer algo más con ese sentido del humor que los hacía reír a todos, decidió realizar cursos de stand up y de actuación. “Para mi familia al principio fue un baldazo de agua fría que dejara todo por la actuación, pero de a poco se van acostumbrando a que esto es lo que quiero y lo que me hace feliz”, mencionó Nicolás.
En 2010 subió su primer video a Youtube titulado “solo quiero hacerte reir”. Comprobar que la aceptación de la audiencia era tan buena lo motivó a seguir filmando videos. Pero el furor fue en Instagram, el formato de la red social (que permite subir videos de 15 seg. a 1 minuto como máximo) permitía captar la atención de los seguidores de una forma rápida. Después de un tiempo los “me gustas” comenzarón a incrementarse a pasos agigantados, con comentarios positivos de la gente que piden más de sus videos.
A Nicolás le encanta chequear si la gente que se queda dormida en los autos está viva, simular que es Francois, un francés que quiere conocer la cultura argentina, interrumpir las clases de las universidades, comprobar mitos y sobre todo desconcertar a los participantes de sus videos.
Muchos instagramers se están haciendo virales por los videos que realizan, pero Nicolás logró producir un contenido original que hace reir tanto a los que ven sus videos como a los que participan de ellos. Ridiculizándose en muchas ocasiones y hasta pasando un poco verguenza, logra robarle una sonrisa a cualquiera.